sábado, 23 de marzo de 2013

Divinidad, Davies, y el Forest.

En momentos de flaqueza o en la desesperación más absoluta, las personas, ya sea de manera individual o en sociedad, tienden a buscar la ayuda de una divinidad, de brujería, o cualquier concepto relacionado con aquello esotérico para aliviar el sufrimiento, y así, de paso, que no se diga que no han luchado hasta el final. En el fútbol, para variar, no es menos, y en Nottingham, se ha dado otro caso de búsqueda de ayuda milagrosa, y además, funciona.

El Forest, ese histórico de las islas venido a menos, con dos Copas de Europa en su historial y una dilatada historia plagada de jugadores y entrenadores de renombre, entre los que predomina el gran Brian Clough, fue adquirido por unos empresarios con fama de ser muy buenos en las finanzas procedentes de Kuwait, mediante la compra del paquete accionarial a los antiguos propietarios tras la muerte del presidente la pasada campaña. Como siempre que se compran clubes por parte de gente con dinero y extravagante, no ha habido descanso ni una semana en las oficinas del Nottingham Forest.

Tras una apuesta clara por Sean O'Driscoll en el banquillo para lograr el objetivo de quedar en una zona tranquila a final de temporada en Championship, y mientras este lo estaba consiguiendo, de repente, llega la noticia del despido de este y ni más ni menos que tras lograr una victoria ante el Leeds en el Boxing Day. Los propietarios rizaron el rizo con la contratación de Alex McGleish, el cual no logró nunca asentar al equipo en una zona tranquila, hasta que llegó su dimisión a los cuarenta días de haber firmado. Entonces, como de la nada, apareció él, la divinidad a la que los aficionados se entregaban para enderezar el rumbo, Billy Davies.

El nuevo preparador no tiene mucho nombre en el panorama internacional, pues su experiencia en Premier League se resume a media temporada con el Derby County de Leacock, Earnshaw, Price, etc. , los cuales no quedaron precisamente en buena posición. Pero para la afición de City Ground, Billy es quien les devolvió la ilusión tras la vuelta de League One a Championship, clasificando al equipo dos años seguidos para Play Off de ascenso, pero una mala relación con el antiguo propietario hizo que abandonase el equipo en 2011. Pero esto es el pasado.

En el presente, la llegada del escocés ha proporcionado oxígeno, esperanza y alegría a la ciudad. El conjunto cogió confianza con un empate tras su llegada, y las cosas empezaron a mejorar, pero las cosas han ido todavía mejor de lo que el más optimista seguidor del Forest se podía plantear, seis victorias consecutivas han elevado a puestos de Play Off de ascenso al equipo y a tres puntos del ascenso directo. Las recetas del doctor Davies no se saben, pero es un entrenador carismático que en Nottingham tiene su lugar perfecto para hacerse un nombre.


Cohen, Moussi, McGugan, Majewski y Karl Darlow son los integrantes de la plantilla que estuvieron en su anterior etapa, y  ante todo, ha sido el polaco el que ha notado su llegada, pues además de la titularidad, ha conseguido marcar goles y rendir a gran nivel. Quizá el Forest sea, la próxima temporada, el protagonista de una bonita historia en Premier League.

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